INTERCULTURALIDAD.
Enseñar a valorar las diferencias
Desde
hace algunos años nuestra sociedad se compone de una diversidad que antes no
habíamos experimentado. Hasta hace algunos años conocer a una persona de otra
raza y cultura era algo poco frecuente y exótico. Afortunadamente hoy
convivimos con personas de distintas procedencias, que traen con ellos sus
diferentes culturas, idiomas, religiones, vestimentas, gastronomías.
La
diversidad siempre es fuente de conocimiento y reflexión, facilita el despertar
de la actitud crítica, la curiosidad, el re-planteamiento de ideas, los nuevos
conceptos… es una oportunidad para reinventarnos y aprender de los demás
aquello que también es válido para uno mismo.A
fin de hacer presente en el día a día de los niños/as y adolescentes el valor
de la diversidad, y evitar situaciones de mala convivencia, incluso de
conflicto, los educadores (padres/madres y profesores) tienen un papel
relevante.
Las
pautas básicas para la educación intercultural y para fomentar una buena
convivencia en los centros educativos y entornos sociales del menor, son:
- Tener presente que el respeto es la premisa básica para vivir en sociedad, y más si ésta es plural. Que no compartamos o comprendamos algo: una idea, una vestimenta, una costumbre no nos autoriza a despreciarla.
- · Explicar a nuestros hijos/as que todas las costumbres están enmarcadas en el contexto histórico e ideológico en el que surgieron. Multitud de factores condicionan el surgimiento y evolución de una costumbre. No hay que olvidar que aunque en el momento actual parezca no tener sentido sí hubo un tiempo en que lo tuvo.
- · Enseñarles a situarse en el lugar del otro. Para comprender a una persona, todos sabemos que hay que situarnos en su realidad, lo mismo tenemos que hacer cuando queremos comprender una cultura: informar a nuestros hijos/as sobre su historia, los avatares de sus gentes, los principios que la sustentan, cómo son sus tierras, sus recursos… les ayudará a comprenderla y a situarla en su momento actual.
- · Evaluar el sentido de nuestras costumbres. Asumimos las costumbres que se nos inculcan en la niñez sin ningún cuestionamiento, las consideramos naturales. Sin embargo las costumbres ajenas nos parecen, en ocasiones, grotescas y disparatadas, fácilmente criticables. Pero… ¿nos planteamos el sentido de las nuestras y qué les parecerán a personas de otras culturas? Enseñarle al niño/a a preguntarse el porqué de las cosas, a mirar con sus propios criterios la realidad, es un sano ejercicio, formarse ideas propias es signo de reflexión e inteligencia.
Gracias Por Enseñarnos Que Todos Somos Diferentes Pero Iguales
ResponderBorrarHola Ana Paola, gracias por tu comentario y por seguir nuestra pagina, te invitamos a estar pendiente de nuestras siguientes publicaciones.
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